Este artículo estudia dos años de la formación de Roberto Matta en Chile, 1933-1935, omitidos por el artista en el proceso de autoconstrucción de su identidad. A través de referencias indirectas que ofrecen indicios o testimonios, del registro de ciertos eventos del contexto histórico de esos años y de ciertas fuentes directas, se muestra que Roberto Matta no parte a Europa a comienzos del año 1933, como señala él reiteradamente en sus entrevistas y los biógrafos y críticos que le siguen, sino dos años después, en 1935, lo que diferencia apreciablemente su trayectoria histórica de la proyección de sí mismo que ha elaborado el pintor.